No importa cuanto corras.
Ni hacia donde lo hagas.
Nunca podrás escaparte de ti mismo.
Y ahí estas, en el asiento de un colectivo a medio llenar, el calor es insoportable, a pesar de el aire que entra por las ventanillas.
¿Quién no ha divagado al mirar el paisaje cuando viaja?
Sonreí.
Quizás fuera la única que en ese momento veía su vida a través de la ventanilla, que veía su futuro.
Quizás solo fuera yo, pero no sonreía por eso, sino por lo perdida que estaba.
Siempre fui de perderme, desde que era chica le hecho pasar un buen susto a mis padres cada vez que desaparecía.
Siempre me gusto perderme, esa sensación de no saber que hacer, ni de donde estas parada.
Pero esta vez estoy perdida de una manera más particular. Estoy perdida en mis pensamientos, entre el descubrir quien soy, y que es lo mío, entre el si me estoy equivocando o no.
Todos nos perdemos alguna vez. Todos en algún punto no sabemos para que lado ir, ni para donde escapar, entonces nos anulamos y nos paramos.
Y es ahí donde esta el drama, si paro no avanzo, me quedo ahí esperando que la vida se me pase sin saber que hacer con ella.
¿Por qué?
Porque tengo miedo.
No tengo miedo de equivocarme, de fallar, de lo que hay más adelante en el camino, no tengo miedo de seguir perdiéndome, no tengo miedo de no saber que hacer.
No.
Tengo miedo a reencontrarme, porque me he perdido a mi misma.
Cuando era pequeña y me perdía tenia miedo de reencontrar a mis padres, porque tenia miedo que me retaran por haberme escapado o haberme ido de su lado.
Hoy en día tengo miedo de reencontrarme conmigo misma, porque tengo miedo de darme cuenta que lo que veo no me gusta.
Pero es inevitable.
En algún momento mis padres me encontraban y obviamente me retaban, pero en sus retos había alegría. Alegría por que estuviera sana y salva a su lado.
En algún momento me encontrare conmigo misma, y habrá cosas que no me gustaran y seguramente me habré equivocado, pero sin embargo seré feliz, porque habré aceptado quien soy y que solamente debo mejorar o cambiar aquello que no me gusta.
Y en eso se basa la vida, en encuentros y reencuentros. En asumir y tratar de cambiar, en avanzar y en de vez en cuando perderse.
Perdón.
Perdón por desaparecer tanto tiempo.
No volvera a pasar, y gracias por siempre estar.
Se los quiere muchísimo.
Pd: me sigo perdiendo, el otro dia me perdi en un colectivo y termine sin darme cuenta en la otra punta de ciudad.
Agus ∞